Discurso de Lola Salvador al recibir el Premio Nacional de Cinematografía
SOBRE GUIONISTAS, ESOS BICHOS RAROS
Autoridades, guionistas, amigos, familia…
Anoche anduve en sueños por la Malá Strana, así, que al ponerme a escribir estos desvaríos, me ha venido Kafka a la memoria. Recordándole, he pensado que bien pudo ser un guionista aquel mono enjaulado que lanzó un famoso discurso, aquel que eligió, no muy convencido, convertirse en humano para difundir conocimientos que ayudaran a la conservación de la especie que lo había capturado. ¡Qué inocente, aquel mono! ¡Qué irónico, Kafka!
Y bien pudo ocurrir que ese mono-humano-guionista, una mañana, tras sueño intranquilo, al despertar se espantara, viéndose insecto monstruoso.
También he recordado: Somos como vacas. Nos exprimen, nos ordeñan y luego nos sacan del abrigo de los establos y nos mandan al prado, a pastar y a rumiar. Esto último, lo escribió Scott Fitzgerald hablando de su época de guionista en Hollywood. Así, que he comprendido que los guionistas somos una mezcla de primates, insectos monstruosos, vacas: Bichos raros.
Pero, como monos de imitación que sois, os reconocéis, os reconciliáis con vuestras vidas a través de los personajes que escribimos. Como insectos, volamos, por vuestro bien, alrededor de esa loca de la casa, la imaginación, para haceros soñar, que falta os hace. ¡Qué decir de nuestra vida de vacas! Somos útiles, de verdad. Pensadlo un momento y veréis que somos muy útiles.
Matad al guionista… y acabaréis con el cine. Ese es el título del libro que allá en el año 2000 escribió Alicia Luna sobre nosotros. Que conste que no quiero darle ideas a nadie. ¿Quien querría matar al guionista y acabar con el cine, hoy y aquí? Soy prueba de lo contrario. Un jurado, todo él compuesto por gente de nuestro oficio, ha decidido, dentro de la estructura del Estado, por raro que parezca, premiar a una guionista, a una persona que desde niña supo que lo suyo era contar cuentos, divertir, enredar, convencer… transformar el mundo injusto en Jauja, resucitar a los muertos, resarcir a los pobres… en fin, ser Quijote de día y Scherezade de noche… Esas cosas y otras las ha hilvanado muy bien Susana Diaz en su libro Modos de Mostrar… Hola Susana, hola amigos poetas, Jenaro Talens, Julio Rodriguez… hola, gente de la Universidad, José Manuel Palacio, Decano de Humanidades en la Universidad Carlos III, Magdalena Cueto, Rosa Vergés…
Porque ahora toca agradecer, a ese Jurado de colegas y a todos los amigos que estáis aquí, entre otros: Mi amiga del alma, Paredes, Chema, Sol, Sara, Morali, Fernando, Patricia, Chávarri, Carlos Molinero, Jose, Eladio, Asur, la Rubia, Mari Carmen, Alex, (mis utópicos favoritos)… Rocío, Ricardo, Suzanne, Elvira, Manuel (de la Fuente), Marisina Fernandez… Toca agradecer a todos los profesionales y amigos que os habéis alegrado por este premio, casi de forma exagerada, diría yo, porque un premio como este no deja de ser una carambola de votos, un azar que bien pudiera haberse llevado otro u otra con menos, igual o mayores méritos. Pero yo me alegro y mucho de que el Premio Nacional de Cinematografía lo reciba una guionista, una de esas personas que se pasan la mayor parte de sus vidas escribiendo para ese artificio tan raro que son las imágenes en movimiento. Así que mi enhorabuena al Sindicato de Guionistas ALMA, Autores Literarios de Medios Audiovisuales que ponen gran empeño en que los autores tengamos visibilidad.
Queridas pitus, Teresa, Pati, Maitetxu, Almudena (y Andrea): Nuestro éxotico amigo -diría él- Rolando Pardo, desde Salta, al otro lado del charco, hace unos días, me escribía: No sé si te han dado este premio a vos, por Cultura, por Educación o por Deporte… Será por deporte pensé yo porque intento siempre jugar limpio. A todos, presentes y ausentes, gracias por vuestro humor, por vuestro cariño y vuestra compañía. No todos pertenecéis al mundo del espectáculo -el mejor del mundo- otros venís de la arquitectura, (…Tarduchy), de la medicina (Hola Lucre, Hector) que siempre me cuidáis. No es casualidad que a todos os guste el cine.
Hola, Antonio, hermano mio. Hola, nieta Lou. Han venido en representación del resto de mi familia, desperdigada por el ancho mundo: Laura, Cecilia, Ramiro, Lolita, Alia, William, Jerry… besos. Porque los guionistas tenemos familias. En algunas cosas nos parecemos bastante a todo el mundo. Bichos raros, somos pero a nuestras crías, cuando son pequeñas, nos gusta darles de comer… así que cuidado, amigos, con esas leyes. El guionista observa, no olvida y sabe contarlo. Pero esa, diría Kipling, es otra historia. Que tengáis un maravilloso Festival. ¡Gracias por estar ahí, Rebordinos! Siento mucho perderme ahora tu invitación de pero tengo que atender a mis amigos. Ellos también son mi premio. Gracias.