Raquel Haro presenta su libro «Me falta una teta»
En 2020 la vida de Raquel Haro cambió por completo. Además de sufrir la pandemia y el confinamiento y vivir un complicado proceso de separación de su pareja con un hijo en común de cuatro años, recibió un diagnóstico de cáncer de mama. La guionista acaba de publicar «Me falta una teta», un relato que surge de las experiencias contadas en su blog www.mefaltaunateta.com, una tabla de salvación a la que recurrió durante el periodo de año y medio en el que ha tenido que hacer frente a la enfermedad.
«Me falta una teta» es una historia basada cien por cien en sentimientos reales, aunque hay algunas situaciones que no lo son tanto. La autora nos invita a acompañarla en los momentos más bellos, dolorosos y absurdos del proceso curativo a través de sus palabras y collages (donde la peluca rosa es la protagonista) al son de la música de grandes como Rigoberta Bandini, Natalia Lafourcade, Glas, Kid Francescoli, Moderat o La Bien Querida.
Raquel Haro comparte su experiencia a través de un testimonio esperanzaor y honesto en el que reflexionaacerca de lo que verdaderamente significa el apoyo, la importancia de la familia en la que naces y la que escoges, la crianza, el duelo, marcar límites, aceptar un nuevo cuerpo y explorar la propia sexualidad.
Una historia llena de retos, ternura, humor y resiliencia.
Sinopsis
Cuando el médico le coge las manos para anunciarle que tiene cáncer de mama, lo primero que teme Raquel, guionista y madre soltera de un niño de cuatro años, no es perder la teta, sino su pelazo, y encima justo ahora que acaba de hacerse la queratina. A medida que asimila la noticia y arranca el tratamiento, el miedo se asienta como un fiel compañero de viaje, al que ella pone a raya a golpe de un humor descarado y sin complejos.
Sin ínfulas de oncoinfluencer, Raquel Haro nos ofrece una lección magistral sobre cómo recorrer uno de los trayectos más oscuros de la vida sin perder la esperanza ni el sentido del humor. Pero, sobre todo, y acaso más importante, nos enseña qué hacer cuando tu hijo te quita la peluca en medio del parque, cuando pierdes la prótesis saltando en un concierto de Rigoberta Bandini o tu nuevo ligue prefiere no verte sin sujetador.